¿Cómo se veía la comunidad LGBT antes?
Comenzamos con este recorte de 1908 publicado en la revista de
medicina Revista de especialidades médicas. Se trata de la investigación
de un tal doctor Crocq que distinguía dos tipos de homosexuales: por un
lado, los invertidos u anormales, que tienen «horror a la
mujer», y por otro, los depravados o pervertidos, que en
realidad son heterosexuales, no rechazan a la mujer, pero se dan al vicio. Lo
que hoy llaman a veces hetero flexible. Y por eso cuando se van con hombres
buscan, según el doctor, a los más afeminados.
Estamos en 1928, y en el diario La Libertad, de nuevo
tenemos a un doctor hablando de homosexualidad. No es extraño: en esta época el
movimiento gay no existía, y la homosexualidad se trataba como la
enfermedad que se creía que era.
Avanzamos un año. En 1929 un crimen conmociona al país, y el
principal acusado es homosexual. El diario La Nación, de tendencia bastante
conservadora, se hace eco de unas escandalosas palabras: el profesor de
derecho Luis Jiménez de Asúa dice que no es justo que las leyes
castiguen con más dureza algunos delitos si el acusado es homosexual, y de
hecho explicaba que este tipo de persecución legal podía ser la causa de que
muchos invertidos frecuentasen malas compañías. Y claro, en este recorte
le critican todo lo criticable por atreverse a hacer una mínima defensa de
los homosexuales.
En el diario La Tierra, ya en 1932, encontramos este curioso
anuncio de un libro anticlerical que narra la vida de Jesucristo como
un «mal hijo, mal hermano, hombre aborrecible, mala persona y homosexual».
Porque cualquier retahíla de insultos mejora añadiendo la coletilla de
homosexual.
Nazis gays (1934)
En 1934, Hitler se convierte en presidente de Alemania y el diario
Heraldo de Madrid publicaba un amplio reportaje sobre
los «hechos repugnantes» del partido nazi, entre los que se
encontraba un oficial llamado Heinz que había sido encontrado en la cama
con otro hombre.
Pobrecito enfermo (1934)
En noviembre de 1934, un joven de 25 años con el pseudónimo
de Pobrecito escribía a la sección Estafeta Cordial de la
revista Crónica para pedir consejo. Su problema: se sentía
atraído por otros hombres.
Wow, tan importante esta información :0
ResponderBorrarEs tan interesante, no conocía la historia de esta comunidad y es muy interesante.
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